lunes, 7 de junio de 2010

ALIMENTACION
Debemos saber que el tema de la alimentación es algo muy importante en uansituación de enfermedad como el cáncer es por esto que voy a poner algunos comentarios al respecto.
Tengan en cuenta que siempre igualmente hay que consultar con uan nutricionista.
Lo voy a fraccionar en tres veces así no es demasiado pesado
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15.1.08
LA DIETA EN EL CANCER
Cuando se diagnostica un cáncer lo primero que hay que modificar, radicalmente, es la dieta. Este es uno de los factores primordiales en cuanto al tratamiento físico del cáncer se refiere. No lo dude ni por un momento.
Después de analizar muchos de los pormenores en relación a este tema estoy absolutamente de acuerdo con que "la dieta adecuada para un canceroso es la misma que sigue un conejo o una vaca".
Este es un punto de la mayor importancia. Es absolutamente recomendable que la dieta básica consista en todo tipo de verduras frescas y crudas haciendo especial hincapié en la zanahoria, col o repollo, col lombarda, lechuga y otras hojas verdes. Pero preste atención a esto: procure elegir verduras de cultivo biológico las cuales no deben ser difíciles de encontrar en puestos especializados de los mercados.
La dieta apropiada para un canceroso aporta proteínas de una manera muy restringida. De hecho parece que la disminución radical de la ingesta de proteínas estimula la actividad de los linfocitos T los cuales cumplen un papel muy importante en la lucha contra los tumores.
Otro aspecto capital es la reducción drástica de sodio (sal común). Parece fuera de toda duda que las células normales tienden a deteriorarse por acumular en su interior un exceso de sodio a la vez que pierden potasio. De esta manera retienen agua, se hinchan y sus funciones se alteran. Este es un proceso demostrable de daño celular.
El doctor Gerson (Gerson Institute) fue un gran defensor de esta dieta y los éxitos de su sistema han sido muchos y muy notables. Hoy sus terapias siguen aplicándose con éxito.
Suele percibirse la idea de que la dieta no puede curar nada. Pero con los alimentos que ingerimos podemos actuar de manera favorable o desfavorable sobre toda la bioquímica de nuestro organismo. No conviene, por tanto, pasar por alto estas recomendaciones ya que pueden marcar la diferencia entre la salud y la enfermedad, la vida o la muerte.
A partir de ahora deberá tener en su casa abundantes provisiones de verduras frescas de cultivo biológico y una buena licuadora. Beberá un mínimo de dos o tres litros diarios de jugos de verduras recién licuadas. Consumirá, además, las verduras en forma de ensaladas, siempre sin cocinarlas y masticando muy bien. Esto supone tiempo de dedicación a su dieta pero todo merece la pena. A grandes males, grandes remedios... el cambio de alimentación, repito, es un factor fundamental en el proceso de recuperación de la normalidad orgánica.

No podrá usar nada de sal. El objetivo es que su organismo elimine el exceso de sodio del interior de sus células y se restituya el potasio, además de restablecer el correcto Ph tisular (las verduras son alcalinizantes del sistema) y eliminar todas las toxinas que perturben las funciones fisiológicas. Tiene ante usted una gran tarea pero también los medios para realizarlas.

Puede comer también frutas frescas y beberlas como jugo, pero nunca las mezcle con las verduras.

Se necesita un aporte de yodo orgánico que conseguirá fácilmente añadiendo algas a sus platos o ensaladas de verduras. Es fácil encontrar algas deshidratadas. Basta ponerlas a remojo un par de horas antes de consumirlas. Cambie el agua varias veces para reducir la cantidad de sodio. Si prefiere tomar las algas en forma de comprimidos o cápsulas encontrará en las herboristerías y tiendas de dietética pastillas de alga kelp. Tome aproximadamente nueve comprimidos diarios repartidos a lo largo del día.

Un suplemento de potasio puede ser recomendable. Puede conseguir tabletas de potasio elemental de aproximadamente 100 mg. Tome tres distribuidos a lo largo del día, siempre en medio de cualquier comida.

Consiga pastillas de hígado desecado (importante: que provenga de ganado criado mediante técnicas de ganadería ecológica) para tomar nueve al día. O bien, si lo prefiere, alga espirulina. Le aportarán aminoácidos muy importantes y contribuirán a mantener su energía vital en óptimas condiciones. También le proporcionarán las vitaminas que necesita para no sufrir carencia de ningún tipo.
Las almendras crudas parece que ejercen una acción antitumoral (de mecanismo desconocido). Tome entre quince y veinte almendras crudas todas las mañanas, como desayuno.
Otro elemento de la máxima importancia son las semillas germinadas. Son muy fáciles de preparar y sirven tanto para las ensaladas como para los jugos. Considérelas en la categoría de las verduras, o sea que no las debe mezclar con las frutas. Puede preguntar en los establecimientos de dietética cómo hacer germinar semillas de cereales y otras en su propia casa. También encontrará amplia información en otra de mis obras: Salud y Larga Vida por la Alimentación.
Tome diariamente tres cucharadas soperas de aceite de girasol biológico extraído en frío.
No beba más que agua natural (sin cloro), jugos o infusiones de plantas apropiadas.
Vea a continuación, a modo de idea, todo lo que puede incluir en su alimentación diaria: